*WARNING: This blog is intended for a mature audience. Its contents may include adult situations, violence and sensitive issues that some people might find disturbing. Please read at your own discretion.

20 October 2013

Unos Ojos marrones: Capítulo 11

********************

*ADVERTENCIA: Este capítulo incluye contenido que puede herir la sensibilidad.

********************




Claire había escuchado claramente cómo el Dr. Stuart la llamaba, pero no llegó a darse la vuelta. Apenas podía asimilar lo que acababa de presenciar, y mucho menos aguantar sus explicaciones. El corazón se le desbocaba, y se le había hecho un nudo en el estómago, pero no sabía muy bien por qué. Quería correr, gritar, que la dejaran en paz... No, no era cierto. Lo único que quería era que sus brazos la rodearan como a esa Srta. Norton. Pero no podía ser. Sencillamente, era imposible que ella deseara que un hombre -cualquiera- la tocara de esa forma tan íntima, o en absoluto.


Por otro lado, él ya la había tocado: habían paseado juntos un par de veces, y en ambas ocasiones había aceptado ir cogida de su brazo. Y lejos de resultarle desagradable la proximidad de su cuerpo, en verdad le había gustado. No se había sentido intimidada.

Pero estaba convencida -o eso creía- de que no eran celos lo que sentía. Claire sabía muy bien cómo se comportaban las personas celosas, y no se reconocía ninguno de esos síntomas. La simple idea de comportarse de ese modo le repugnaba. Y sin embargo... Sin embargo, no podía negar que imaginarle abrazando a otra mujer le hacía sentirse triste, y enfadada, y vulnerable.


Llegó a casa exhausta, y se marchó directamente a la cama sin desvestirse siquiera. No obstante, no le iba a resultar fácil descansar, y pronto se vio atrapada en una de esas pesadillas que la acechaban algunas noches. Celos, celos...

********************


-Así que te has divertido en la fiesta, ¿no? Has disfrutado con todos esos hombres mirándote el escote, ¿verdad?- ¿El escote? Pero si había sido él mismo quién le eligió el vestido... -¿Quién es? ¡Contéstame, maldita sea!- La señaló con su dedo acusador.

-¿Quién es qué? Por favor, no sé...- Claire tragó saliva con dificultad -...a qué te refieres.

-Ni se te ocurra jugar conmigo. Sabes perfectamente de qué estoy hablando. ¿Quién es? ¿Quién es el padre? ¿Es ese bastardo que no hacía más que sonreírte durante toda la velada? ¿O es el que te invitó a bailar dos veces seguidas? ¡Siempre con esa sonrisita odiosa!

¿El padre? ¿Insinuaba que el bebé que llevaba en su vientre no era de él? Solo pensar en hacer eso con cualquier otro hombre la ponía enferma: como si no tuviera bastante con soportarle casi todas las noches en su habitación.

Hubo un tiempo en el que ingenuamente pensaba que si dejaba de resistirse, él la trataría mejor, pero no fue así. Él siempre era brusco y violento, e incluso parecía molestarle su falta de voluntad; en otras ocasiones simplemente parecía que buscarle defectos le excitaba.

-El... padre... eres... tú.- Claire habló entrecortadamente, sin ser consciente todavía de las lágrimas que amenazaban con humedecerle la cara de forma humillante.

-No me mientas. ¿Pretendes que me crea eso después de ver cómo te has comportado toda la noche, como si fueras una furcia barata? ¿Por qué clase de tonto me has tomado?


Hablaba con tono calmado, pero eso solo podía significar que su ira se manifestaría por otros medios, como Claire pudo comprobar enseguida cuando él le abofeteó la cara por primera vez. El súbito ardor en la mejilla la pilló desprevenida, lo que le hizo perder el equilibrio y golpearse ruidosamente contra la estantería que tenía detrás, pero ella se quedó quieta. Con los años había perfeccionado una técnica que le permitía evadirse de si misma cada vez que ocurría uno de estos ataques de furia inesperados. Todo lo que tenía que hacer era dejar que la mente vagara aleatoriamente, y de pronto desaparecerían el miedo y el dolor.


Así fue cómo no sintió las punzadas en el estómago cuando él comenzó a golpearla con los puños. Así fue cómo no se retorció de dolor y se dejó caer al suelo incapaz de mantenerse en pie. Le estaba sucediendo a otra persona, así pues, ¿por qué iba a sentir nada en absoluto?


Quizá esa mujer tendida en el suelo estaba a punto de perder la conciencia de puro dolor, pero no era ella, no era Claire. Claire estaba en otro sitio, tratando simplemente de recordar qué le había dicho la cocinera que había para cenar al día siguiente. Eso era lo único importante.

-¿Quién es el padre? No pienses que voy a cuidar del hijo de otro hombre, zorra.- Era tan persistente en sus acusaciones como lo era en golpearle el vientre.

********************


Andrew se paró en seco. Estaba seguro de que ella le había oído pero se negaba a hablar con él. De todos modos, ¿qué iba a decirle? ¿Que la amaba? Seguro que no era oportuno decirle eso. Apenas se conocían y era obvio que ella aún echaba de menos a su difunto marido. Podía adivinarlo por cómo, en ocasiones, miraba distraída al horizante; o por la rotunda negativa ante la idea de volver a casarse. Además, ¿cómo iba a confiar en él cuando acababa de verle a punto de besar a otra mujer? Olivia... También tenía que aclarar con ella algunas cosas. ¡Vaya lío había creado!


Casualmente, justo en ese momento, salió Olivia de la consulta.

-Me parece que he llegado tarde.- Le escuchó decir detrás de él, con un tono tan apagado, impropio de ella, que Andrew no pudo más que girarse para verle la cara. Le sorprendió ver dibujada en sus labios una cálida y triste sonrisa.

Andrew suspiró profundamente antes de intentar siquiera responderle. -Olivia, yo... quisiera disculparme por mi comportamiento anterior. No tiene perdón, y es algo que no debe repetirse. De hecho, no se repetirá. Yo...


-No, por favor, no hables más. Ya sé lo que intentas decirme.- Olivia no le dejó acabar e hizo un gesto con la mano. -Nunca me habías mirado del modo en el que acabas de mirar a esa chica. Supongo que no estábamos destinados a estar juntos.- No había en su voz ni rastro de aquella niña mimada de antaño. Había desaparecido toda su frialdad anterior, y lo único que quedaba era la dignidad de una mujer que sabe que ha perdido una batalla. Al menos podía decir eso a su favor.

Sin decir una palabra más, Olivia se dirigió hacia la puerta, dispuesta a marcharse.

-¿Olivia?- Andrew sintió la necesidad de decirle algo más. -Es cierto que has cambiado. Has madurado mucho, si me permites que te lo diga.

Cuando ella le contestó, su habitual sonrisa de superioridad le había vuelto a asomar a los labios. -Espero que lo recuerdes por si alguna vez te acabas cansando de esa ayudante tuya. Porque seguiré esperándote el día que eso suceda.- Y dicho esto, se marchó.

********************


A Claire le daba vueltas la cabeza, y tenía un sabor amargo en la boca. Otra vez aquellas pesadillas. Pesadillas... Claro, que ella sabía que no lo eran, y eso las hacía más aterradoras. Se estremeció y se llevo una mano a la sien. Y fue entonces cuando se dio cuenta de la manga blanca que le cubría el brazo. ¡Todavía llevaba puesto el uniforme! Oh, y su yegua, pobrecita, ¡se la había olvidado en la casa del doctor!

********************


Andrew parecía predestinado a no dormir aquella noche. No hacía mas que dar vueltas por su dormitorio, tratando en vano de sacarse de la cabeza la imagen recurrente del rostro angustiado de Claire. Sabía que le había hecho daño, y eso le mortificaba.

********************


A Claire le incomodaba volver al trabajo al día siguiente, y la ola de calor de principios de Agosto no ayudaba. Si al menos pudiera llevar uno de esos vestidos de manga corta tan bonitos como los que solía llevar Ethel. No estaba preparada para volver a ver al Dr. Stuart. Había demasiadas cosas de las que no quería hablar con él. Ni siquiera sabía qué significaba esa tal Srta. Norton para él. ¿Una antigua novia, tal vez? ¿O quizás una nueva? En cualquier caso, no era asunto suyo, pero aún así no quería saberlo. Se paró delante de la puerta, y dudó un instante.

********************


Para frustración de Andrew, el día amenazaba con ser insoportablemente caluroso, y eso suponía que la consulta se llenaría enseguida de gente afectada por el repentino calor. ¡Precisamente hoy! Fue a abrir el pestillo de la puerta, como hacía todas las mañanas antes de ir a su despacho a leer el periódico.


Nada más girar el pomo de la puerta, se sobresaltó al encontrarse allí a Claire, ya que solía hacerlo antes de que ella llegara. ¿Era ella la que llegaba temprano, o se había retrasado él? En cualquier caso, nunca se había alegrado tanto de verla. -¡Sra. Parker!- Por mucho que lo intentara, no podía dejar de mirarla. -Sra. Parker... Hmm, con respecto a lo de ayer...

Ella evitó mirarle y se ruborizó. -No me debe ninguna explicación. Siento no haber llamado a la puerta antes...

-No, por favor, no se disculpe. No fue culpa suya.- Andrew sabía que debía medir muy bien sus palabras. -No es lo que piensa. Deje que le explique...- Pero en ese momento, se abrió la puerta y, como Andrew había previsto, apareció el primer paciente inesperado, dispuesto a que le examinaran. Cerró los ojos, frustrado.

*******************

Pasaron algunos días, y todavía no habían aclarado las cosas entre ellos. Habían tenido una actividad tan frenética en la consulta que no habían podido descansar ni un momento y hablar con tranquilidad. Pero una tarde, cuando Claire se disponía a marcharse, Andrew decidió que ya había tenido bastante, no podía soportar por más tiempo esa situación tan incómoda. Tenían que hablar. -Sra, Parker, por favor. ¿Puedo hablar con usted un momento?


Pudo ver cómo ella intentaba ignorar su pregunta y marcharse, igual que la otra tarde. Pero esto vez no se lo iba a permitir. Tenía que explicarle algunas cosas. Sin pensárselo dos veces, la sujetó del brazo y la giró hacia él. -Por favor, no se marche todavía.- Se lo explicaría todo... La expresión de sorpresa que se dibujó en la cara de Claire por el gesto brusco le distrajo. Se lo explicaría tod... Y esos labios eran tan tentadores. Se lo explic... Sin darse cuenta de lo que hacía, le sujetó la cara con las manos y la atrajo hacia él. Tenía que probar esos labios.




 photo CapAnt_zps79ab7e24.png photo SigCap_zps10cfd6c6.png

No comments:

Post a Comment